La Plataforma por la Sanidad Pública de Burgos tras la remodelación de la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, publicaba el pasado 23 de diciembre esta carta abierta dirigida al nuevo consejero Alejandro Vázquez :
Sabemos lo de los 100 días de cortesía pero como usted no ha tardado más que dos para defraudarnos, nosotros solo tardamos tres en recriminárselo.
Advertíamos hace unos días de la coincidencia de la remodelación del gobierno con la inminente materialización de la renuncia de San Juan de Dios al convenio de su hospital en Burgos. Por cierto, el farol era completo; dijeron que presentaban el expediente de extinción pero, según los medios, éste no figuraba en el registro de la Junta el día siguiente.
Hoy los titulares hablan de que la nueva Consejería anuncia la continuidad del convenio. Miente el Consejero porque no es que anuncie la continuidad como si aquí no pasara nada. Lo que ha hecho es ceder al chantaje de la “Orden sin ánimo de Lucro” a la que deberá pagarle el extra de remuneración exigida por el hospital sobre la ya vergonzante subvención que es el convenio. ¿Cuánto?
Recordamos a la ciudadanía que cada año que vence el convenio, por estas fechas la empresa privada ha venido repetido el chantaje diciendo que si no les dan más dinero, cierra y pone en el paro a los trabajadores. Tanto ha sido así que los propios trabajadores han denunciado en los medios estar siendo manipulados periódicamente. Siempre se han salido con la suya: sobrecoste para el erario público.
Por primera vez, la Junta ha estado a punto de no caer en la trampa pero la providencial llegada del nuevo Consejero lo arregla todo en el último minuto. Tenga en cuenta, Consejero, que no es usted el que paga el mal negocio, ni su partido, sino todos los ciudadanos de Castilla y León.
Tampoco explica qué le ha movido a desestimar las razones que la anterior consejería obtuvo de la evaluación que encargó sobre el convenio en Burgos que concluían que las prestaciones del hospital referido eran manifiestamente insuficientes en cantidad y calidad y que por tanto el convenio era inconveniente.
Tampoco explica por qué prefiere malgastar el dinero público y la seguridad de los pacientes al optar por la clínica privada antes que reabrir el hospital Divino Valles con personal y recursos propios para los que ya estaba en marcha el plan de reapertura y consignado el correspondiente presupuesto. Incluso había fecha para que nuestros médicos del HUBU evaluaran in situ a cada paciente ingresado es estos momentos en San Juan de Dios para organizar su reubicación provisional en el HUBU. ¿Por qué cambia una prestación pública de garantía por una clínica privada ineficiente?
¿Cómo explica que decida claudicar ante un convenio perjudicial para el interés público que paga a la entidad sin ánimo de lucro todo el coste de funcionamiento del centro, todo, aunque es una clínica que tiene otros clientes? Ese concepto supone entre el 74 y el 85 % de los 5.3 millones de euros anuales al que ascendía el precio antiguo, al que habrá que sumar ahora la cantidad de euros que va usted a despilfarrar “para que no cierren”.
Bien empieza a defender lo público frente a las veleidades que lo acechan. Ha marcado usted el terreno. De ahora en adelante solo cabe ir empeorando. Ojalá nos equivoquemos, por la salud de los ciudadanos.