Por Ecologistas en Acción
Ecologistas en Acción pide a Ciudadanos y PSOE que no despilfarren 225.000 euros en el innecesario proyecto ‘Burgos Río’ La organización ecologista sostiene que el valor de la naturaleza disminuye a medida que se acrecienta la intensidad de las intervenciones humanas en el entorno. Reclama que se respete el ecosistema del río Arlanzón que tanto valora y aprecia la ciudadanía burgalesa.
A pesar de que el Partido Popular ya licitó en 2016 el Plan Director ‘Burgos Río’ por 160.000 euros (junto con el Plan Especial del río Arlanzón y el proyecto de acondicionamiento y adecuación paisajística del Parque de la Quinta) Ciudadanos quiere dedicar ahora 225.000 euros para invitar a cinco arquitectos de prestigio para que hagan propuestas, de las que se desconoce cuál podría ser el coste del proyecto (rueda de prensa 4 de marzo). Todo esto en un año en el Burgos, como el resto del país y del mundo entero, está sufriendo la más grave crisis sanitaria de las últimas décadas y hay inversiones más urgentes en la ciudad.
Sin embargo, Ciudadanos entiende que la ciudad debe levantar la mirada e imaginar el futuro –como manifiesta Miguel Balbás en la ‘Tribuna local’ del periódico Gente– y, por lo tanto, va a tener que “exprimir sus recursos y potenciales al máximo para generar riqueza”. Y es que Ciudadanos entiende el río Arlanzón como un “reclamo turístico” o un “enorme enclave lúdico” en el que realizar “numerosas instalaciones” (entrecomillados del Programa electoral de la formación naranja), en vez de pensar en el río como un ecosistema a proteger, en el que todas las actuaciones simplemente deben dirigirse a salvaguardar su valor natural y generar un uso responsable.
La pretendida modernidad e innovación vuelve a las viejas fórmulas a base de hormigón, asfalto y ladrillo. Ciudades que en el pasado apostaron por intervenir en los trazados de sus ríos (Madrid en el Manzanares con el plan ‘Madrid Río’ o Valencia en el cauce del Turia) ahora plantean proyectos de renaturalización o de recuperación del cauce.
Mientras Ciudadanos apuesta por intervenir en 7 kilómetros, desde la playa de Fuentes Blancas hasta la zona de la Universidad con una propuesta ambigua ya que unas veces dicen que “implicaría la actuación en el río Arlanzón” (Vicente Marañón) y otras que “no se contempla actuar en la vega del cauce o en las riberas del Arlanzón” (Julio Rodríguez Vigil).
Cabe recordar algunos de los párrafos con los que el Área de Gobierno de Urbanismo y Vivienda del Ayuntamiento de Madrid, gobernado por Ana Botella, justificaba en 2007 su intervención en el río Manzanares para resaltar los ‘paralelismos’ con lo propuesto por Ciudadanos en Burgos. “Constituir un eje medioambiental vertebrador de la ciudad desde el Monte de El Pardo hasta el límite con Getafe, articulado a través del Proyecto Madrid Río. Ordenar, desarrollar y urbanizar el espacio público existente en las riberas del Manzanares… Posibilitar el proceso de apropiación por los ciudadanos madrileños de este nuevo espacio público… Mejorar la integración urbana entre el centro y los distritos del sur y el este de la ciudad, transformando el río Manzanares de barrera urbana a ámbito de encuentro ciudadano y conexión entre barrios y equipamientos”.
Ecologistas en Acción sugiere, una vez más a Ciudadanos, pero también a su socio en el gobierno municipal -el PSOE- que abandone este tipo de propuestas y atiendan las verdaderas necesidades de la ciudad y quienes la habitan.
La organización ecologista también recuerda que lo que añade valor turístico a una ciudad no son las ideas copiadas a otras ciudades y, menos aún, las que reproducen modelos insostenibles. Para Ecologistas en Acción los 225.000 euros que se van a despilfarrar en un proyecto que tiene muchas papeletas para quedar olvidado en un cajón (como el del auditorio en la Quinta, el Consulado Jóven o el Museo Cidiano en la Llana de Afuera) se debieran destinar a inversiones sociales más necesarias en la ciudad.
Además de otras necesidades sociales sería conveniente dedicar parte de esos fondos a cuidar el patrimonio natural existente a través de unas labores continuadas de mantenimiento que, en sintonía con la gestión de los equipos de gobierno anteriores sigue sin estar suficientemente atendido.
El esfuerzo presupuestario debe hacerse para mejorar la gestión de las zonas verdes y evitar las actuaciones agresivas y estrambóticas tras su abandono. No hacen falta “proyectos estrella” para integrar el Arlanzón en la ciudad. El río ya está integrado, no hay más que ver cómo sus orillas se llenan de paseantes y deportistas cualquier día.