Gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden

Una hora más y domingo, y por ser domingo Rufino trae su columna «Desde el balcón», las pensiones se defienden, gobierne quien gobierne.

Es difícil explicar el cómo y el por qué de las transformaciones sociales, no es posible ver crecer la yerba.

La realidad es que el gran sector poblacional de los pensionistas, en breve espacio de tiempo, ha pasado de ser un gran sector conservador, concebido como almacén de votos por el Gobierno de turno, en punta de lanza de los movimientos sociales.
Su actividad social comenzó basada en la pérdida del poder adquisitivo de las pensiones y por la defensa del Sistema Público de Pensiones.
Van pasando los años y crece la tabla reivindicativa. Primero fueron los servicios sociales públicos, como la sanidad, los cuidados, las residencias… Más tarde se sumaron las leyes de las reformas de la seguridad social, del salario salario mínimo interprofesional, del Pacto de Toledo y, última mente, de las comisiones bancarias.

Alguien dirá que es una tabla reivindicativa muy extensa, demasiado fuerte para una sola organización, pero no es así, cada cosa depende de la otra, todo está relacionado, todo forma parte de una misma unidad, de un mismo problema, de una misma solución.
El movimiento de los jubilados y jubiladas se ha convertido en una herramienta unitaria, con capacidad de ejercer de levadura, de tejedor de la urdimbre social sin necesidad de protagonismo ni protagonizar nada, si no como una parte más de este tejido social que, poco a poco va tomando forma y poniéndose en marcha.

La unidad de acción y esa persistencia que, lunes a lunes se deja visibilizar en las calles y en las plazas, dando con sus nudillos en las puertas de los despachos, marcan la senda hacia la consecución de una sociedad más justa, de un mundo mejor.
Todo ello pasa, por que un día comenzamos a gritar:
GOBIERNE QUIEN GOBIERNE LAS PENSIONES SE DEFIENDEN.

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