Domingo de carnaval, y la columna que nos brinda Rufino Hernández «Desde el balcón»
Las últimas elecciones castellano-leonesas, al igual que la pandemia del COVID19, han traído consigo una destrucción total, han puesto al descubierto las debilidades y mentiras de la política española.
Se ha derramado ya mucha tinta para intentar explicar las motivaciones que dieron origen a su convocatoria y adelanto; hoy, cada día que pasa queda más claro. A nivel de comunidad, el PP necesitaba la utilización de estas elecciones, necesitaba camuflar y tapar las noticias de los juicios pendientes, de sus corrupciones pasadas y presentes, aunque tuviera que enmendarse asimismo la plana. Tras sus 35 años de gobierno en esta comunidad, ha tenido que utilizar su mismo y viejo programa, tantas veces repetido, las mismas que tantas veces incumplido.
Estas elecciones tambien quisieron ser utilizadas para tapar otras flaquezas que nacían en la madrileña calle de Génova, por ello, Casado no salió durante esta campaña electoral de estas tierras castellanoleonesas, de los establos, campos y granjas. Casado, hoy derribado, necesitaba un éxito electoral que le permitiera seguir con su política de acoso y derribo a Sánchez, éxito que las urnas le han negado, desmontándole el andamiaje que el inmaduro presidente del PP había fabricado en sus sueños, terminando con poner a Mañueco en los brazos de la extrema derecha, quedando todos sus objetivos, todos sus bulos, mentiras y corrupciones, en un descubierto lamentable.
Ya hemos visto como se han trasladado todos estos mismos efectos a Madrid. Saltaron los enfrentamientos dentro de la familia, entre las ambiciones de Casado y Ayuso, los dos íntimos amigos que crecieron alrededor de Nuevas Generaciones, y que se han roto al dejarse ser cegados por sus ansias de poder.
Esta ruptura ha puesto al descubierto las corrupciones de ella y los consentimientos de él, conductas de las que nació un terremoto que terminará llevándose a los dos, y mostrando el barrizal en el que vive este espacio político de la derecha, desde aquellos tiempos de la transición.
El PSOE, a pesar de su pérdida de siete escaños, de los fallos que haya podido cometer, al facilitar, con sus políticas de abandono, la aparición en el tablero político las candidaturas de la España Vaciada; de todo esto nadie habla. El PSOE se esconde bajo un cierto grado de victimismo, impidiendo toda clase de autocrítica de las políticas llevadas a cabo, de las realizadas actualmente y de las realizadas durante los 35 años de desvaída oposición.
Este partido ha mantenido un distanciamiento con las necesidades del mundo rural. No ha fomentado ningún programa de participación ciudadana, ni alternativa al deterioro de los servicios públicos. Ha estado ausente de todas las movilizaciones sociales. Con esta trayectoria se ha convertido en una rémora para el progreso social.
En Burgos, por poner un ejemplo, durante anteriores legislaturas, fue el apoyo de un PP en minoría en el ayuntamiento de esta ciudad, solamente les procupaba el que se pudiera consolidar un espacio político a su izquierda. Así fue su comportamiento contra Imagina Burgos en la anterior legislatura, y con Podemos sigue con la misma estrategia en la legislatura actual.
Fruto de esta forma de actuar en política, ha favorecido e incluso ha provocado, el que hayan aparecido las candidaturas de la España Vaciada.
Desde la izquierda, no es posible poner tapones duraderos a las reivindicaciones sociales. Cuando se construye un pantano, es obligado dejar abierto algún canal de desagüe, si no se hace así, las aguas erosionarán hasta llegar a encontrar el lugar de salida.
Esta división del voto que ha provocado la aparición de estas plataformas provinciales, la mayoría de ellos perdidos, excepto los de Soria, traerán consigo un gobierno de posible coalición entre la extrema derecha y la derecha extrema.
Este es el gobierno que probablemente tengamos durante estos próximos cuatro años, pero este próximo cuatrienio tampoco se puede convertir en otro nuevo tapón, esta vez colocado por la izquierda real. Hay un dicho que dice: cuando una puerta se cierra hay otra que se abre.
Queda poco más de un año para las próximas elecciones municipales, no es mucho tiempo, pero sí el suficiente para poder desarrollar y conformar candidaturas unitarias que ocupen este espacio político, cada día más amplio, situado a la izquierda del PSOE, pero de eso escribiremos en el próximo artículo.