Cambiar las puertas de madera por unas puertas de bronce diseñadas por el escultor Antonio López de la Catedral de Burgos con motivo del octavo centenario cuesta 1,2 millones de euros, constituyendo un atentado contra el estilo gótico y neoclásico de la fachada y en contra del criterio de expertos en arte, historiadores, investigadores y artistas.
Mucho dinero para un proyecto que no es ni gótico, ni neoclásico, es «surrealista», como le han calificado algunas de las personas que lo conocen, por ello se ha iniciado la recogida de firmas a través de la plataforma Change.org para detener este daño al arte, solo propio en otro planeta, llevando más de mil firmas y sin parar. Firma