«Desde el balcón» de Rufino Hernández
Nos acercamos a estas fiestas invernales, a este solsticio de invierno; pisamos unas calles iluminadas que nos muestran un mundo mágico, de fantasía, y unos escaparates adornados, con música de villancicos que nos hablan de un mundo de bondades y sin preguntas que inquieten. Unas circunstancias prefabricadas que nos invitan a consumir como máxima meta de la felicidad.
Nosotros, como si fuéramos ajenos a lo que está pasando seguimos aquí, en esta plaza de Santo Domingo, participando en nuestra fiesta particular, porque claro que nos gusta la fiesta, la necesitamos, es nuestra desde lo más antiguo de la historia, además, como nos recuerdan desde la gran isla caribeña «si no hay baile no es nuestra lucha».
El lunes pasado traíamos a esta concentración semanal villancicos, propios de esta época. Hoy los traemos ensayados para que agraden a nuestros oídos y a los oídos de los transeúntes que nos visitan, pero como habéis podido escuchar, les hemos cambiado sus letras. Estas nuevas letras intentan avivar nuestros espíritus, exponer nuestros proyectos y plasmar nuestras exigencias.
En esta sociedad en que vivimos, para dirigirse a nosotros de forma colectiva, nos llaman consumidores, porque asi nos consideran, para el sistema ya no somos productores, ni ciudadanos, nos han han robado hasta el nombre, para ellos simplemente somos máquinas de consumo que, en su ingerir, aporta y suma energías a esa masa nebulosa que forma la riqueza del país.
Tras este cambio de concepto que han dado a estas fiestas, nos llaman a consumir después de la cacareada y engañifa de subida de nuestras pensiones. Nos subirán un 2.5% cuando el propio gobierno sabe que nuestra capacidad de consumo sufrirá y tendrá una reducción de un 3% de capacidad, ya que los productos a consumir han tenido una subida del 5.5%, si bien hay que decir en este punto que han tenido denegar el 0.25% que estaba legislado por el anterior gobierno de Rajoy.
La descripción que nos hicieron nuestros compañeros durante la conferencia del jueves fue sangrante. Saber la cantidad de compañeras y compañeros que tienen que vivir con pensiones de miseria, menos de 400€, los y las que se encuentran en un umbral de la pobreza y por debajo del salario mínimo interprofesional, da escalofríos. Sin embargo, todas ellas, al igual que las demás pensiones, también perderán capacidad adquisitiva. Se revuelven las tripas al cotejar el 1.20€ que subirán estas pensiones de miseria y los 68€ que subirán las máximas.
La tensión se eleva al desmontar la enorme jugada que nos tienen preparada: Utilizar 21.000 millones de euros de nuestras pensiones para pagar el rescate bancario, que piensan hacerlo efectivo durante los años del 2022 al 2027, y, si esto no fuera poco, hay que sumar los fondos privados de empresa y el fondo público-privado que piensan sacar al mercado, y que gozará de una ganancia garantizada por el gobierno del 3%, ganancia que se llevarán los gestores de estos fondos. sería la antesala de la privatización del sistema público de pensiones y provocaría una ruptura del sistema de pensiones. Estas medidas, de ser aprobadas, darían lugar a unas pensiones que favorecerían a aquellos que hayan tenido en su vida laboral sueldos más altos, mientras las que otras pensiones serán de mínimos, nos traen a la memoria el auxilio social , al que quieran condenar a una gran parte de los pensionistas.
La jugada es macabra, pero nuestras razones, nuestras convicciones, nuestra capacidad de lucha son fuertes, al igual que nuestra capacidad organizativa.
Somos conscientes de la fuerza que tiene el poder financiero, de su capacidad para tumbar las voluntades de los gobiernos y de los medios decomunicación que controla, esto nos obliga a sumar a vuestra a lucha a los futuros pensionistas, ya que serán ellos los máximos perjudicados. Nos obliga a coincidir en esta lucha con los jóvenes y los movimientos asociativos.
Estamos a las puertas de este nuevo año, que nos llega complicado. El movimiento de pensionistas, de forma unitaria, ya tiene preparada una jornada de movilizaciones que se desarrollarán el día 12 de febrero, a lo largo y ancho de todo el estado español. A esto habrá que sumar las actividades que se nos ocurran y tengamos posibilidad de llevar a cabo desde esta Coordinadora de Burgos.
Nos acercamos, como decíamos antes, a este soslticio de invierno, a esta Fiesta del Sol que decían nuestros antepasados. Fiestas entrañables que nos deben servir para desengancharnos de esta tensión a que nos tiene sometidos Escrivá, sus representados y palmeros. Pero también nos tiene que servir para afrontar el nuevo año con decisión y fortaleza, por que es mucho lo que nos jugamos: Unos servicios sociales, una sanidad, unas pensiones dignas para nosotros y para las generaciones que nos siguen, tarea en la que llevamos tantos años implicados.
Pasad buenas fiestas.
Gobierne quien gobierne, las pensiones y los servicios públicos se defienden.