Manifiesto elaborado desde la Coordinadora Feminista de Burgos, que se ha leído en la manifestación de esta tarde, con motivo del Día internacional contra la violencia hacia las Mujeres.
Un año más y otro 25 N en el que incomprensiblemente seguimos SUMANDO 37 mujeres asesinadas y 6 menores a manos de hombres que decían quererlos o haberlos querido. Sumándose macabra cifra de 1118 mujeres y 44 menores cifras oficiales, que no corresponden con las cifras reales, que sitúan en 72 los feminicidios trascurridos desde el 25 de noviembre del pasado año.
Pero siendo los asesinatos la forma más grave y quizá la más visible, no es la única a la que millones de mujeres nos vemos sometidas cada día de los 365 que transcurres entre 25 y 25 de noviembre.
En este momento hay mujeres con cuyos cuerpos se está mercadeando, pues en la prostitución unos hacen un gran negocio a su costa y otros justifican la violación con el dinero que pagan. En este momento, niñas y mujeres de países lejanos están siendo engañadas y vendidas para abastecer el comercio sexual que llena nuestros prostíbulos cercanos para satisfacción de puteros, hombres sin escrúpulos.
En este momento cada vez más niños y adolescentes están consumiendo pornografía en la red, cada vez más violenta, denigrante y abusiva con las mujeres. Creyendo que así es el sexo y así serán las relaciones y por lo tanto así tendrán el derecho de exigirlas.
En este momento alguna mujer está siendo violada, está siendo forzada. Otras violentadas con gestos y roces inoportunos y no deseados. Otras, muchas, recuperándose en hospitales de las heridas que dejan estas agresiones y que duran toda la vida. Y otras, muchas más, casi todas con el miedo pegado a la piel cuando se acecha la noche y la soledad de las calles, ante cualquier ruido, cualquier movimiento, porque sabemos que el peligro es real.
En este momento hay mujeres pensando en donar óvulos, sin sospechar las consecuencias sobre su salud. Otras, pensando en albergar bebés, para quienes con dinero creen tener derecho a comprar una criatura y a alquilar una mujer, cuyo vientre satisfará deseos que no derechos, de quien pueda pagar.
En este momento se están realizando investigaciones científicas y se están probando medicamentos y tratamientos que no incluyen a la mujer como sujeto experimental. Este hecho tiene consecuencias sobre la salud de las mujeres que son desconocidas e ignoradas por falta de estudio.
En este momento hay mujeres que se ven obligadas a buscar cualquier método, por peligroso que sea para su vida, para interrumpir su embarazo porque el sistema sanitario, o la legislación de su país, no le ofrece la opción de hacerlo con garantías de seguridad.
En este momento las mujeres en los paritorios están siendo tratadas como menores de edad, están siendo acosadas en su puesto de trabajo.
En este momento miles de mujeres están trabajando en condiciones de discriminación laboral, por la jornada, el tipo de trabajo, las medidas de seguridad o el salario que perciben de manera desigual, por ser mujeres.
En este momento miles de mujeres reciben un trato inhumano y ferozmente discriminatorio, debiendo ir completamente tapadas, prohibiéndoles el acceso al espacio público, a la educación a la libertad de expresión y condenándolas al ostracismo y la invisibilidad más absoluta, cuando no a la muerte, por costumbres culturales o preceptos religiosos interpretados desde posiciones patriarcales, imponiendo la religión y la costumbre al respeto de los derechos humanos más elementales.
En este momento las mujeres siguen siendo borradas de la historia, mientras en la escuela se perpetúan los comportamientos sexistas legitimadores de las violencias.
En este momento a miles de mujeres nos cuesta mantener una postura crítica y una opinión propia, sin ser insultada o atacada, cuando expresamos profundo malestar ante la neolengua que nos denomina “vaginoportantes”, “personas menstruantes”, “progenitor gestante”, robándonos nuestra identidad como mujeres.
En este momento estamos aquí, conscientes de que un mundo mejor es un mundo más igual. De que un mundo mejor es aquel donde la mitad de la humanidad, las mujeres, podamos disfrutar de nuestros derechos, sin que estemos sometidas cada día de nuestras vidas a la violencia real, estructural y simbólica que el patriarcado en sus múltiples formas impone sobre nuestros cuerpos, sobre nuestra identidad, sobre nuestra libertad, …
Estamos HARTAS de tantas violencias.
HARTAS de tanto postureo, de tanta palabrería vacía y oportunista.
HARTAS de tanta falta de voluntad política para generar medidas efectivas de protección y erradicación de todo tipo de violencia contra las mujeres, y para implementar medidas para poner fin a la discriminación por razón de sexo.
HARTAS de la violencia institucional que nos culpabiliza y nos cuestiona cuando acudimos a denunciar una agresión.
Seguiremos en la lucha y nos tendréis de frente porque LA FUERZA DE LAS MUJERES ES EL FUTURO DE TODAS.